WhatsApp recopila muchos más datos de los que imaginas: desde tu número, contactos y grupos hasta ubicaciones y dispositivos desde los que accedes. Aunque asegura no acceder al contenido de los mensajes, la app almacena metadatos que permiten a Meta perfilar tu actividad sin leer tus chats.
Esta información incluye direcciones IP, modelo y sistema operativo de tu móvil, frecuencia y horarios de tus mensajes, así como los dispositivos vinculados a tu cuenta, todo para optimizar el servicio y potenciar la publicidad.
Desde 2018, y en cumplimiento del Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), WhatsApp ofrece la opción de descargar un informe completo con todos estos datos. El proceso es sencillo: entra en Ajustes > Cuenta > Solicitar información de mi cuenta y en hasta tres días recibirás un archivo .ZIP con tu informe en formatos HTML y JSON.
Este informe revela datos clave: número de teléfono, modelos de móvil, contactos y grupos, configuraciones de privacidad y metadatos detallados de tus interacciones.
Revisarlo es esencial para controlar qué compartimos y con quién. Por ejemplo, muchos usuarios ignoran que las copias de seguridad en Google Drive o iCloud no están cifradas de extremo a extremo y son vulnerables.
Detectar dispositivos desconocidos, revisar permisos y verificar grupos inactivos son pasos fundamentales para evitar riesgos. Para minimizar la información que WhatsApp guarda, desactiva copias automáticas innecesarias, ajusta quién puede ver tu última conexión y evita compartir ubicación a menos que sea imprescindible.
Conocer qué datos maneja WhatsApp no implica abandonar la app, sino usarla con mayor conciencia y proteger tu privacidad en un entorno cada vez más digital y conectado.
































