En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, los patios internos de los edificios, conocidos como el “pulmón” por su función de iluminar y ventilar, requieren cuidados específicos para no violar normativas urbanísticas y garantizar seguridad.
Fabian Bruno, responsable de proyectos en la desarrolladora Spazios, advierte que la prioridad en estos espacios es la seguridad, además de la durabilidad y estética. La ley local prohíbe instalar cerramientos fijos que tapen completamente el patio, como losas o techos de chapa o policarbonato que superen la superficie permitida.
“Esto anula la función de iluminación y ventilación del pulmón y es una contravención al Código de Edificación”
Por eso, se recomienda usar coberturas livianas y permeables, como pérgolas retráctiles o redes de protección, que permiten el paso de aire y luz. Las cubiertas pueden ser de policarbonato o vidrio laminado pero deben contar con aprobación del consorcio y, si suman superficie cubierta, permiso municipal.
En CABA, el requisito clave es que estas estructuras sean desmontables, móviles o con cierto porcentaje de permeabilidad para evitar sanciones o multas por construcciones ilegales. Consultar a un arquitecto matriculado o a un abogado especializado en propiedad horizontal es esencial antes de iniciar cualquier obra.
Entre las soluciones más usadas están las redes de polietileno de alta densidad (PEHD) o nylon, resistentes a rayos UV y capaces de soportar hasta 250 kg por metro cuadrado. Estas redes protegen contra caídas de objetos, personas o mascotas sin afectar la visibilidad ni la seguridad y cumplen con las normativas vigentes.
Sobre los pisos y revestimientos en estos patios internos, no existen restricciones específicas más allá de que deben ser antideslizantes, resistentes a la intemperie y fáciles de limpiar. Un buen sistema de drenaje también es crítico para evitar acumulación de suciedad y obstrucciones.
Fuentes oficiales y expertos coinciden en que el correcto diseño y protección del pulmón del edificio es clave para mantener las condiciones básicas de salud y seguridad en departamentos porteños, sin caer en la ilegalidad que puede traducirse en multas o incluso órdenes de demolición.


































