Una operación policial contra el narcotráfico en Río de Janeiro terminó con al menos 60 criminales muertos y 81 detenidos, confirmó el gobernador Cláudio Castro. El operativo, el más sangriento en la historia reciente de la ciudad, también logró incautar 75 fusiles entre las bandas.
El gobernador publicó un mensaje desde el Palacio Guanabara este martes por la tarde para comunicar los resultados: «Es un día importante para nosotros: la mayor operación de la historia de nuestra policía». Castro aseguró que la acción representa «un golpe duro para la criminalidad» y confirmó que la policía mantendrá la presencia en las calles para garantizar seguridad.
Además, detalló que las autoridades coordinaron con las empresas de transporte estatal —trenes, barcazas y subtes— para asegurar un regreso tranquilo a casa para los vecinos tras el operativo.
Los números son contundentes: más de sesenta “criminales neutralizados,” término usado para referirse a los fallecidos en enfrentamientos, y ochenta y un presos trasladados luego de la operación.
La intervención refleja la estrategia del gobierno de Río para combatir las bandas narcocriminales que operan en la ciudad y consolidar el orden en zonas de alta conflictividad. Cláudio Castro dejó un mensaje directo: “No vamos a retroceder” en la lucha contra las mafias.
Las autoridades pidieron la colaboración de la población para facilitar investigaciones y alertar sobre posibles actividades sospechosas que ayuden a desbaratar a estas organizaciones.
Este operativo marca un nuevo capítulo en la historia de enfrentamientos entre la policía y el crimen organizado en Brasil y será seguido con atención por otros estados que enfrentan la violencia vinculada al narcotráfico.


































