Bill Gates sorprendió esta semana al cambiar su postura sobre el cambio climático y matizar el impacto que tendrá en la humanidad. En un comunicado publicado coincidiendo con su 70 cumpleaños, el cofundador de Microsoft pidió dejar de lado el discurso apocalíptico que, a su juicio, aleja los recursos necesarios de quienes más sufren.
Gates advierte que el cambio climático seguirá causando severos daños, especialmente en las regiones más pobres, pero aseguró que “no llevará a la desaparición de la humanidad”. Para él, la clave está en redirigir la atención hacia mejoras en salud, agricultura y desarrollo en los países en situación más vulnerable.
“Aunque el cambio climático tendrá graves consecuencias, la gente podrá vivir y prosperar en la mayoría de los lugares del planeta en el futuro previsible”
Este giro llega a dos semanas de la cumbre climática COP30 que se celebra en Brasil, un foro donde Gates también ha invertido miles de millones a través de su fondo Breakthrough Energy. El empresario destaca el progreso en la reducción de emisiones: según la Agencia Internacional de la Energía, las emisiones globales previstas para 2040 cayeron de 50 a 30 mil millones de toneladas anuales, gracias a avances en energía solar, eólica, baterías y vehículos eléctricos.
Gates califica este avance como una caída del 40% en las emisiones proyectadas y una reducción en el llamado “Green Premium”, el coste extra entre las fuentes limpias y contaminantes. Pero reconoce que las temperaturas globales aún subirán entre 2 y 3 grados Celsius para final de siglo, superando el límite de 1,5 grados acordado en el pacto de París 2015.
En vez de presentar esa subida como un desastre irreversible, Gates aboga por movilizar recursos para que la población mundial aprenda a adaptarse y siga mejorando su calidad de vida pese al calentamiento. El expresidente de Microsoft mantiene que el foco debe ser prevenir el sufrimiento de las personas más expuestas, y usar la innovación para avanzar en esa dirección.
Su cambio ha levantado críticas. Muchos recuerdan que Gates ha sido acusado de dar mensajes contradictorios, especialmente por usar su avión privado, que consume unas 450 galones de combustible por hora. El propio Gates reconoce esta contradicción y asegura compensar su huella con “créditos de carbono legítimos”.
Así, el fundador de Microsoft se aleja del énfasis exclusivo en reducir emisiones y pone el acento en mejorar vidas en medio del cambio climático. Una posición que marcará su discurso y sus inversiones clave justo antes de la reunión mundial en Brasil.


































