El Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) actualizó el costo de producción del kilo de hoja verde puesta en secadero a $423,99, un aumento del 3,05% respecto a dos meses atrás. Sin embargo, los productores reciben entre $250 y $300 por kilo, e incluso hay pagos por debajo de los $200, de acuerdo a fuentes del sector.
El valor fijado por el INYM es un costo bruto promedio que no incluye márgenes de ganancia para los productores, solo cubre gastos operativos. La situación de precios por debajo del costo de producción profundiza la crisis en el sector primario de la yerba mate.
El Gobierno nacional, a través del decreto de desregulación impulsado por Javier Milei, eliminó las funciones del INYM para fijar precios. Antes de la liberalización, existía un acuerdo para un precio mínimo de $301 por kilo en secaderos que debía subir progresivamente, pero ese acuerdo no se está respetando en el mercado.
Además, los productores enfrentan largos plazos de pago que se extienden entre 60 y 120 días, lo que exacerba la presión financiera y dificulta cubrir los costos operativos, que siguen aumentando.
Defensa oficial de la desregulación
Alejandro Cacace, secretario de Desregulación de la Nación, defendió la liberalización como una política para “liberar el potencial productivo del país”.
“Para nosotros que bajen los precios es un gran indicador porque impacta en el precio final al consumidor y en la exportación”
Dijo que entiende la preocupación de los productores pero calificó la caída del precio de la materia prima como una consecuencia positiva de la apertura de los mercados. Reconoció, sin embargo, que existen “distorsiones” y “concentración” en la cadena de valor que deberán ser atendidas con herramientas de defensa de la competencia.
La realidad muestra un sector en tensión: mientras el costo base para producir yerba mate supera los $420, los productores obtienen apenas la mitad y enfrentan demoras prolongadas para cobrar, un combo que pone en riesgo la sustentabilidad de una actividad tradicional de Misiones y otras provincias productoras.


































