Un nuevo megacentro de datos de 35,000 m² se proyecta en Le Bourget, en Seine-Saint-Denis, generando un fuerte rechazo de grupos ecologistas. El sitio, una antigua plataforma logística de H&M, alojará tres edificios bajo la gestión del gigante estadounidense Digital Realty, que cuenta con una docena de data centers ya activos en Francia.
La asociación ambiental MNLE 93 alerta sobre el impacto negativo del proyecto y logró que la investigación pública, abierta hasta el 7 de noviembre de 2025, reciba críticas contundentes. Según el grupo, el centro agravará la contaminación y deteriorará la calidad de vida de los vecinos. A poca distancia hay viviendas, dos guarderías, tres escuelas y un colegio, todos en menos de 500 metros.
El principal foco está en el consumo energético y las emisiones derivados del funcionamiento del complejo. El estudio ambiental indica que el sitio tendrá 33 grupos electrógenos de respaldo con 1,716,500 litros de carburante almacenados. Estos generadores operarán hasta 15 horas por año para mantenimiento y test, pero la asociación cuestiona qué ocurrirá en olas de calor, sin garantías dadas.
El consumo eléctrico proyectado es alarmante: 523 GWh anuales, más del doble del registrado en todo Le Bourget en 2019 (236 GWh). MNLE 93 advierte que este gasto pone en riesgo el suministro para la población local.
Además, la autoridad ambiental emitió un informe en abril 2025 señalando impactos sobre fauna como “moderados”, pero criticó la mínima recuperación de calor residual para usos útiles: apenas el 1% en la primera década. Digital Realty asegura haber ofrecido calor sin coste a proximidades como Airbus y Aéroports de Paris, sin éxito.
La obra está prevista para finalizar hacia el 2030. En Seine-Saint-Denis, unos 30 centros similares están planeados o en construcción, aumentando la presión ambiental y social en la región.
Con el avance de esta mega instalación, la discusión sobre energía, salud pública y el modelo de desarrollo industrial en entornos urbanos densos sigue abierta y caliente.
