La banca digital en España ya no es territorio exclusivo de los jóvenes. Los mayores están adoptando con fuerza las plataformas digitales para gestionar su dinero, ganando autonomía y seguridad en sus finanzas.
Durante años se pensó que esta generación quedaría rezagada, pero la realidad demuestra lo contrario: pueden consultar saldos, hacer transferencias, pagar facturas y hasta solicitar productos financieros sin moverse de casa. Esta transformación digital marca un avance importante para su inclusión en la economía moderna y la sociedad.
Sin embargo, el proceso no es automático. Las entidades financieras tienen la responsabilidad de crear soluciones diseñadas para ellos, accesibles y fáciles de usar. La colaboración con socios tecnológicos con visión social es clave para evitar que los mayores se queden atrás.
Doris Seedorf, CEO de Softtek para España, destaca que la tecnología debe potenciar la independencia y no complicar la vida. “No basta con innovar, hay que acompañar y entender las necesidades reales de la gente mayor”, señala.
Además de facilitar la gestión financiera, las herramientas digitales mejoran la calidad de vida de los mayores al abrirles el acceso a otros servicios cruciales, desde salud hasta administración pública, y combaten el aislamiento social a través de la comunicación online con familiares y amigos.
Para el sector financiero, apostar por la inclusión digital no es solo un compromiso social, sino una oportunidad para ampliar su base de clientes y ofrecer experiencias más seguras y sencillas.
El reto está claro: reducir la brecha digital, diseñar plataformas empáticas y garantizar que la digitalización sea un proceso que incluya a todos sin excepción. Solo así la tecnología cumplirá su función real, facilitando la vida y empoderando a los usuarios mayores.


































