Latam Airlines cerró un acuerdo para comprar hasta 74 aviones regionales de fuselaje estrecho a la brasilera Embraer, con 24 entregas firmes y 50 opciones de compra. La compra forma parte del plan de la aerolínea más grande de América Latina para crecer en rutas secundarias y ciudades de segundo y tercer nivel poco atendidas, adelantó su presidente ejecutivo, Roberto Alvo.
La entrega de estas nuevas máquinas arrancará en el segundo semestre de 2026 y permitirá abrir 35 nuevos destinos, enfocándose en poblaciones más aisladas. Según Alvo, los flujos en estas ciudades son menores, por eso requieren aviones más pequeños y eficientes.
“Aún tenemos una gran parte de nuestra población en la región que permanece muy aislada desde una perspectiva aeronáutica”, dijo Alvo.
El movimiento de Latam ocurre tras recuperarse rápidamente de su reestructuración bajo el Capítulo 11 en 2020. La aerolínea reportó un beneficio ajustado récord el año pasado y revisó al alza sus previsiones para la primera mitad de 2025. Para Alvo, la compañía logra mantener eficiencia operativa y rentabilidad con una estrategia de costos estricta.
Esta ofensiva de Latam amenaza al principal competidor brasileño en rutas secundarias, Azul SA, que hasta ahora opera casi sin competencia en esos mercados. Azul anunció esta semana un plan de reestructuración para eliminar cerca de US$2.000 millones de deuda y captar US$950 millones mediante acciones. En Brasil, Latam comparte el mercado con Azul y Gol Linhas Aereas, esta última salió del Capítulo 11 en mayo.
Fuera de Brasil, la expansión de Latam avanza más lento. Aunque Argentina abrió su cielo con una política de cielos abiertos, Latam no planea retomar vuelos domésticos allí y se concentra en rutas internacionales. En Perú, la construcción de un nuevo aeropuerto en Lima abrirá nuevas conexiones pronto, señaló Alvo.
El valor de las acciones de Latam bajó 1,2% el lunes en Santiago, pero suma una ganancia del 68% en el año. La deuda sigue en categoría basura según dos agencias de calificación, pero la empresa no tiene planes inmediatos de emitir nuevos bonos y considerará en octubre si prepagará su deuda con vencimiento en 2030.
“Estamos contentos con nuestro nivel actual y Latam tiene cifras financieras más sólidas que aerolíneas con grado de inversión. El problema es que estamos en Latinoamérica”, explicó Alvo.
Con esta jugada, Latam busca consolidar su liderazgo regional apoyada en flota más ágil y penetración en mercados menos explotados, en contraste con la lucha por estabilidad financiera que enfrentan sus rivales.
