El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aprovechó su intervención en la Asamblea General de la ONU para lanzar críticas directas a Rusia, pedir un freno contundente a la migración global y anunciar operaciones militares contra organizaciones narcotraficantes en el Caribe.
Frente a un auditorio lleno, Trump cuestionó al presidente ruso Vladimir Putin por no haber cumplido su promesa de ganar la guerra en Ucrania en “tres días”. “Rusia está quedando mal”, afirmó y amenazó con imponer fuertes aranceles si Moscú no acepta un cese al fuego. Sin embargo, pidió que Europa apoye esas sanciones de forma unida para que tengan efecto.
El mandatario dedicó buena parte de su discurso al conflicto en Gaza, reiterando su apoyo a Israel y criticando a países como Canadá, Australia, Reino Unido y Francia por reconocer unilateralmente al Estado palestino. Recriminó a Hamas por negarse a liberar rehenes o aceptar alto al fuego y dijo que desean alargar el conflicto.
Sin rodeos, Trump exigió el fin de las políticas de “puertas abiertas” para migrantes y refugiados. “Es hora de terminar con este fracasado experimento”, declaró, asegurando que muchos países “se están yendo al infierno” por la migración descontrolada. Expuso que en Estados Unidos su Administración ha impuesto medidas estrictas para frenar la migración irregular.
Por último, anunció que Estados Unidos intensificará sus ataques contra los “terroristas del narcotráfico” en el Caribe, cerca de aguas venezolanas, con bombardeos dirigidos especialmente a las bandas M-13 y Tren de Aragua, esta última la mayor organización criminal transnacional de América Latina con base en Venezuela. La ofensiva continuará hasta detener el envío de fentanilo a EE.UU., advirtió.
En medio de las tensiones globales en la ONU, Trump también confirmó que se reunirá “la próxima semana” con el presidente brasileño Luiz Inácio Lula Da Silva, con quien mantiene desacuerdos por aranceles y procesos judiciales relacionados con el expresidente Bolsonaro.
