Un nuevo hallazgo rompe con las ideas previas sobre uno de los detalles de La ronda de noche, la obra maestra de Rembrandt pintada en 1642. Investigadores revelaron que el perro que aparece en el cuadro no fue una creación original del artista, sino que se inspiró en un dibujo de un artista anterior, Adriaen van.
El hallazgo emerge tras el uso de tecnología avanzada que permitió analizar la figura canina con mayor precisión. Durante años, el perro en el cuadro, que muchos consideraban un detalle menor, mantuvo un aura de misterio. Ahora queda claro que Rembrandt recurrió a modelos existentes en su entorno artístico para algunas de sus figuras.
El descubrimiento da un nuevo ángulo a la interpretación de esta icónica obra del barroco holandés, conocida por la multitud de enigmas que permanece desentrañando siglos después de su creación. “La ronda de noche sigue mostrando secretos que solo se pueden revelar con la tecnología moderna”, afirmó uno de los expertos.
El análisis también aporta pistas sobre las fuentes y procesos creativos que usaba Rembrandt, quien a menudo mezclaba la imaginación con referencias visuales de la época. Hasta hoy, la figura del perro sorprendía por su realismo, que ahora se explica como resultado de una adaptación directa a partir de un dibujo anterior.
La ronda de noche sigue siendo una obra clave en la historia del arte, situada en el Rijksmuseum de Ámsterdam y uno de los ejemplos más estudiados del Siglo de Oro holandés. Este nuevo detalle fortalece la idea de que incluso los grandes maestros no trabajaban en aislamiento sino en diálogo con sus contemporáneos.
El descubrimiento fue reportado inicialmente por Diario del Cauca y abre la puerta a nuevos análisis que ayuden a entender mejor las referencias cruzadas dentro de la producción artística del barroco.
