Guillermo Moreno, exsecretario de Comercio Interior y figura clave del kirchnerismo, sorprendió al afirmar que “lo más probable es que vaya preso” tras el reciente fallo de la Corte Suprema que dejó firmes dos condenas y lo inhabilitó para ocupar cargos públicos.
En una entrevista radial, Moreno reveló que la posibilidad de su detención le llegó a través de “referentes políticos de máximo conocimiento”, aunque evitó nombrar quiénes exactamente. “La información me la da la política… dirigentes con los que hablé y que tienen acceso a información sensible”, dijo, adelantando que su arresto podría ordenarse “próximamente”.
El exfuncionario kirchnerista admitió haber hablado recientemente con Máximo Kirchner, actual líder del bloque oficialista en Diputados, en un diálogo sobre política y estrategias para el futuro. También confirmó que participará en un almuerzo con dirigentes peronistas el próximo martes, aunque su situación judicial podría cambiar sus planes.
Moreno mencionó un gesto del gobernador bonaerense Axel Kicillof, que valoró “más allá de las diferencias políticas”, pero marcó distancia con la vicepresidenta Cristina Kirchner, con quien no tuvo comunicación reciente.
Sobre la crisis interna del peronismo, Moreno citó una frase polémica similar a la de Juan Grabois: “Si el Papa estuviese vivo, esto no pasaba”, señalando el momento de tensión y división dentro del movimiento.
Las declaraciones de Moreno son un golpe en la agenda política argentina y abren una nueva etapa en su enfrentamiento con la Justicia, mientras busca mantenerse activo en la discusión política a pesar del aislamiento que sufre dentro del kirchnerismo.
La Corte ya dejó firme su condena y Peña su inhabilitación para ejercer cargos públicos, y ahora crecen las expectativas y especulaciones sobre si se ordenará su detención. Moreno anticipa un futuro judicial muy complicado en medio de su trayectoria política comenzada hace más de dos décadas.


































