Alejo Miranda de Larra ha cumplido las expectativas y ha protagonizado un interrogatorio rotundo y sin margen para la ironía al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la comisión del ‘caso Koldo’ del Senado.
El senador del PP, elegido por Génova como la cara visible del PP frente al PSOE en esta investigación por corrupción, mantuvo una postura firme y de “perro de presa”, sin dar tregua a las explicaciones de Sánchez. Su ataque fue directo y preciso, buscando poner en evidencia las contradicciones y lagunas de la versión oficial en los casos que sacuden al partido socialista.
Miranda representa a Cuenca, aunque es madrileño de nacimiento. Su perfil público subió cuando asumió la dirección general de Infraestructuras Sanitarias en la Comunidad de Madrid, donde bajo mandato de Isabel Díaz Ayuso ideó y promovió el Hospital Isabel Zendal. El hospital, polémico en sus inicios, fue clave durante la pandemia como centro de aislamiento y vacunación, y ahora acoge a enfermos de ELA, uno de los colectivos que, según denuncian, el Gobierno ignora sistemáticamente.
Además de su carrera política, Miranda pertenece a una familia ligada a la cultura española; desciende del escritor romántico Mariano José de Larra, un dato que él mismo resalta para construir su imagen pública.
La comisión en el Senado ha contado con una sucesión de comparecientes víctimas de la oratoria incisiva de Miranda: desde la presidenta navarra María Chivite hasta ministros como Salvador Illa o el ministro del Interior Fernando Marlaska. A todos les ha planteado cuestionamientos ásperos y sin concesiones.
En esta última intervención, Miranda insistió en las inconsistencias sobre las operaciones irregulares y las preguntas que Sánchez llevaba semanas evitando responder en público. La comparecencia terminó tensándose y dejar claro que la comisión seguirá en pie con una línea dura por parte del PP para desgastar la posición del Gobierno ante la opinión pública.


































