Bella Hadid enfrenta nueva presión por su salud tras regresar a las pasarelas en Nueva York, donde apareció visiblemente agotada, según reporta The Globe Magazine. La supermodelo de 29 años, que lleva años luchando contra la enfermedad de Lyme, habría generado preocupación en su entorno familiar, con su hermana Gigi Hadid preparando una posible intervención para que baje el ritmo.
Testigos relataron que Bella se veía “pálida y temblorosa” mientras cargaba un pesado disfraz de 22 kilos durante un desfile, poniendo en alerta a su círculo cercano. Aunque Victoria’s Secret no ha confirmado el incidente, la información ha reactivado el debate sobre el impacto de enfermedades crónicas y el exceso de trabajo en la industria de la moda.
Gigi, de 30 años, y su madre, Yolanda Hadid, han sido vocales anteriormente sobre la disciplina y valentía de Bella para seguir trabajando pese a sus limitaciones físicas. Bella también compartió en una entrevista con Vogue que tras someterse a un tratamiento intensivo este año, “nunca se había sentido más fuerte”, aunque reconoció que la recuperación de Lyme “no es lineal” y requiere tiempo y descanso.
El Lyme, que provoca fatiga extrema, dolor articular y síntomas neurológicos, ha sido un desafío constante para Bella desde su adolescencia. Ella y Yolanda han dado visibilidad a esta enfermedad que afecta a miles, pero expertos advierten que el estrés y el esfuerzo físico pueden desencadenar recaídas graves.
En redes sociales, seguidores de Bella se muestran divididos: algunos usan el hashtag #TakeABreakBella para pedir su descanso, mientras otros resaltan su ética laboral como ejemplo a seguir.
Hasta el momento, no hay confirmación oficial sobre una intervención familiar ni emergencia médica, y las últimas publicaciones en la cuenta oficial de Bella muestran eventos y sesiones de fotos a un ritmo moderado, lo que sugiere un retorno cuidadoso.
Un experto en enfermedades autoinmunes citado por People Magazine recordó que “el descanso es tan importante como el tratamiento” para quienes enfrentan condiciones crónicas, situación que la familia Hadid conoce de primera mano.
Este episodio pone sobre la mesa la tensión constante entre la pasión por el trabajo y la necesidad de proteger la salud, especialmente bajo la lupa mediática y en un sector extremadamente exigente como el de la moda.


































