La Stampa, emblemático restaurante italiano en la Ciudad de Buenos Aires, apuesta fuerte a mantener viva su tradición familiar mientras moderniza su oferta con pizza napolitana. Fundado por Felice y Michelina Ambrosio, quienes transmitieron su pasión por la comida italiana, hoy es Maximiliano Ambrosio, su hijo menor, quien lleva adelante el negocio con una visión renovada.
Con 84 años, Felice sigue siendo el motor del local, que mantiene la esencia de Michelina, fallecida hace años, en cada plato. Ahora, Maximiliano apuesta por sumar a la carta la pizza napolitana, con ingredientes selectos como mozzarella de búfala, tomate italiano y harinas poco refinadas fermentadas durante horas.
El sello de esta evolución está en un horno napolitano encendido todo el día, que alcanza los 500 grados y cocina las pizzas en apenas tres minutos. Dos pizzaiolos expertos se encargan de cocinar siguiendo la técnica tradicional, que combina la leña como combustible y precisión en el manejo del fuego para asegurar sabor auténtico y calidad.
Desde la pandemia, la pizza napolitana tomó protagonismo en la creciente demanda porteña por propuestas gastronómicas gourmet y diferenciadas. La Stampa se posiciona así como un referente local que mezcla tradición familiar con innovación, enfrentando un mercado cada vez más competitivo.
Maximiliano explica que la incorporación de la pizza napolitana es un homenaje directo a la memoria de su madre y representa una apuesta fuerte por la excelencia sin perder raíces. La evolución del menú es también una respuesta a cambios en el mercado y cafeterías que buscan propuestas artesanales y frescas.
Este giro mantiene a La Stampa no solo relevante, sino como un ejemplo vivo de cómo la gastronomía en Argentina puede actualizarse sin traicionar la tradición. El restaurante sigue abierto todos los días con su horno siempre encendido y listo, ofreciendo sabor y calidad que nacen del amor familiar y años de experiencia.

































