Laura Cuesta Cano, profesora de Cibercomunicación y experta en divulgación digital, lanzó un aviso contundente esta semana en Santiago durante la jornada de trabajo sobre la futura Ley de Educación Digital que prepara la Consellería de Educación en Galicia. “Un adolescente no puede tener un móvil que cueste la nómina mensual de uno de sus padres”, advirtió.
La experta señala que la clave para evitar riesgos como el sexting, grooming o acceso precoz a contenidos inapropiados no es prohibir el acceso a la tecnología, sino acompañar a los menores y darles dispositivos adecuados. En su experiencia, muchos padres entregan smartphones cada vez más pronto y sin supervisión, aumentando los peligros, especialmente en niños de hasta 7 u 8 años disponibles ya en redes sociales como TikTok.
“Los móviles no son suyos, son una herramienta que les prestamos, como un libro. No es un objeto para usar a libre albedrío”
Cuesta insiste en que los padres no necesitan ser expertos tecnológicos, pero sí deben configurar bien la privacidad, instalar controles parentales y conocer qué aplicaciones usan sus hijos. Sin embargo, advierte que las apps de control no pueden sustituir la supervisión directa. “El mejor control parental siempre serán los padres”, dijo.
Rechaza el uso de aplicaciones espía que violan la privacidad infantil y recomienda que los dispositivos se den paulatinamente, según madurez y actitud de responsabilidad. Además, aconseja que no se regalen móviles como premio o “por cumplir”.
Sobre las redes sociales, recuerda que en España está prohibido su uso legal a menores de 14 años, pero “vemos niños de 7, 8 y 9 años bailando en TikTok”. “No hay que dar barra libre”, puntualizó.
Respecto a los videojuegos y la adicción a pantallas, Cuesta llamó a poner el foco en la calidad del consumo digital, no solo en la cantidad. Citó las nuevas recomendaciones de la Asociación Americana de Pediatría que priorizan el acompañamiento por parte de los adultos más que limitar tiempos estrictos.
Para ella, es fundamental introducir normas en el hogar, como horarios para usar dispositivos y zonas libres de móviles, y promover descansos digitales también para adultos. “Los móviles no se sacan en la mesa ni en el restaurante”, insistió.
La experta participó en la jornada en Galicia donde se trabaja para que la futura ley sea pionera en España y regule el uso seguro y formativo de la tecnología en las aulas y hogares. La Xunta quiere aprobar esta normativa antes de fin de curso y ya ha consultado con todos los agentes implicados.
En resumen, Cuesta pide sentido común y acompañamiento permanente para que los menores aprendan a usar la tecnología sin riesgos, sin regalar dispositivos caros ni permitir el uso libre e indiscriminado. La educación digital debe ser un proceso progresivo y compartido entre familia y escuela.


































