En Saint-Herblain, comuna de la Loire-Atlantique, la bandera palestina ondeó por un día encima del monumento a los muertos, en lugar del tradicional tricolor francés, generando un fuerte choque político y social.
Fue el lunes 22 de septiembre cuando la alcaldía, dirigida por el socialista Bertrand Affilé, decidió izar la bandera palestina para acompañar la declaración de reconocimiento del Estado de Palestina anunciada ese mismo día en la ONU por Emmanuel Macron. Esta acción se llevó a cabo en el único mástil disponible en el parvis del ayuntamiento, según explicaron fuentes municipales.
Pero el gesto, aunque momentáneo, provocó una ola de indignación. El monumento homenajea desde 2018 a los 155 habitantes de la ciudad muertos en conflictos del siglo XX. Pierrick Guisnel, presidente del colectivo local “Les Habitants ont la parole”, declaró:
“Es un nuevo insulto a nuestros muertos por la patria y a la historia de Saint-Herblain”
. Por su parte, el concejal de oposición Matthieu Annereau sentenció que el alcalde
“insulta a las familias de los caídos”
.
Polémica en toda la región y desafío a directivas nacionales
No solo Saint-Herblain se sumó a este símbolo. En la aglomeración de Nantes, ciudades como Rezé o La Chapelle-sur-Erdre también colocaron banderas palestinas en sus ayuntamientos. En total, al menos 52 municipios franceses lucieron la enseña palestina el 22 de septiembre, según un conteo de AFP.
Esto ocurre pese a la orden del ministro del Interior saliente, Bruno Retailleau, quien había pedido a los prefectos prohibir estas exhibiciones para preservar la “neutralidad del servicio público” y evitar que los gobiernos locales injerieran en política exterior, un ámbito reservado al Estado.
En Saint-Herblain la bandera palestina fue retirada al día siguiente y sustituida por la de Naciones Unidas, pero la polémica sigue abierta.
Consultado sobre el tema, el ministro de Asuntos Exteriores saliente, Jean-Noël Barrot, trató de bajar la polémica:
“Es un día histórico para la paz y no quiero que se utilice para conflictos políticos o para dividirnos en un momento en que más que nunca necesitamos unidad”
.
La disputa desnuda la tensión entre las decisiones locales en apoyo a Palestina y la línea oficial del gobierno francés que busca mantener neutralidad diplomática, con la memoria histórica nacional en el centro del debate.
