Sébastien Lecornu encara hoy dos citas clave: a las 10h se reúne con la intersindical que le lanzó un ultimátum y por la tarde recibe a representantes del patronato. La tensión crece tras una movilización masiva que pidió el abandono total del proyecto presupuestario presentado este verano por François Bayrou.
El encuentro con los sindicatos llega tras una jornada de protestas que reunió a 500.000 personas según las autoridades y más de un millón según organizadores, exigiendo al gobierno que desista del presupuesto y amenazando con una nueva huelga si no se cumplen sus demandas. La intersindical agrupa a ocho organizaciones y mantiene la presión máxima sobre Lecornu.
Por la tarde, el Primer Ministro verá a la patronal, incluyendo Medef, CPME y U2P, para buscar equilibrio en las negociaciones sociales. Estas reuniones son parte de un proceso mayor: Lecornu aún no ha formado su gobierno y busca consensos sólidos para evitar la censura parlamentaria y aprobar las cuentas públicas.
El primer ministro ha mantenido intensas consultas políticas esta semana. Ya recibió tres veces a los partidos de centro-derecha aliados, intentando sumar también al Partido Socialista a un acuerdo sobre las grandes líneas presupuestarias. Su estrategia incluye mantener abiertas las vías con actores clave para intentar frenar la escalada social y política.
Emmanuel Macron defendió este martes la cautela de Lecornu durante una entrevista desde Nueva York:
“Es normal que el primer ministro tome el tiempo necesario, está trabajando para lograr un acuerdo político que evite la censura.”
El presidente recordó que la situación sigue delicada tras la censura sufrida en septiembre por el gobierno anterior y la necesidad de redireccionar el presupuesto en un contexto complicado. Macron respaldó a Lecornu aunque este no haya dado declaraciones públicas excepto por un proyecto sanitario promovido en Mâcon, manteniéndose discreto ante la crisis.
Los sindicatos mantienen la amenaza de convocar una jornada de acción masiva si no obtienen señales claras de un cambio en el presupuesto. La presión social crece mientras el gobierno transita un momento de incertidumbre política, con la expectativa puesta hoy en las decisiones que tome Lecornu en sus reuniones con los sindicatos y el sector empresarial.
