Estados Unidos intensificó su ofensiva militar contra el narcotráfico en el Caribe y el Pacífico, alcanzando y bombardeando al menos 15 narcolanchas y sumergibles desde septiembre. Según informes de la Armada colombiana, más de 60 personas han muerto en estos operativos en alta mar, que buscan frenar el tránsito de cocaína proveniente principalmente de Colombia, el mayor productor mundial de esta droga.
En los últimos años, el Pacífico se ha consolidado como la ruta principal para sacar cocaína de Colombia, y también para droga producida en Perú y Bolivia. Expertos y reportes oficiales revelan que alrededor del 80% de la cocaína colombiana sale por este corredor marítimo. Solo entre 2020 y 2024, se han incautado cerca de 1,500 toneladas en esta zona, con Ecuador, México, Colombia y Panamá encabezando los decomisos.
Para mover la droga, los criminales usan principalmente lanchas rápidas conocidas como “go fast”, semisumergibles y sumergibles, construidas en astilleros del Pacífico colombiano y otros países cercanos. Estas embarcaciones pueden transportar varias toneladas de cocaína mientras evaden la detección por su velocidad o bajo perfil.
Sara García, investigadora de InSight Crime, señala que las lanchas rápidas representan el 44% de las incautaciones este año, aunque el tráfico por contenedores comerciales también crece. También alertó sobre un cambio en métodos, ya que los semisumergibles y sumergibles, aunque más difíciles de detectar, son costosos de construir y operar y podrían estar en declive.
El conflicto ha elevado la tensión diplomática entre Washington, Bogotá y Caracas. La ONU acusó a la administración Trump de violar el derecho internacional y cometer ejecuciones extrajudiciales al bombardear estas embarcaciones en aguas internacionales cerca de Venezuela.
Los grupos criminales en Colombia vinculados al narcotráfico son el Clan del Golfo, el Estado Mayor Central y la Segunda Marquetalia, disidencias de las FARC. Sin embargo, la estructura actual del tráfico es más compleja y fragmentada, con múltiples intermediarios que actúan como empresarios facilitando el negocio entre distintos países y actores.
Además de las lanchas rápidas y sumergibles, se usa una variedad de barcos, desde pesqueros hasta oficiales, para mover la droga. Algunos cargamentos incluso se aseguran a las embarcaciones con dispositivos especializados para evadir inspecciones subacuáticas.
La estrategia militar de Estados Unidos comenzó en el Caribe, cerca de Venezuela, y se extendió al Pacífico como parte de su guerra contra las drogas, pero ha generado un aumento en los enfrentamientos y muertes en alta mar, mientras las rutas marítimas y métodos siguen evolucionando.


































