En la localidad de Sinjil, cerca de Ramallah en Cisjordania, soldados israelíes impidieron a campesinos palestinos recoger aceitunas en sus olivares y luego fueron grabados robando ellas mismos. La acción provocó indignación y se difundió a través del diario israelí Haaretz.
Los militares dictaron una orden militar que declaraba la zona como “cerrada”, alegando que la recolección requería coordinación previa con el Ejército. Sin embargo, los mapas oficiales de la Administración Civil israelí no señalaban restricciones en esta área.
Testigos locales señalaron que la operación comenzó tras la aparición de un colono israelí que había pasado días vigilando y obstaculizando la cosecha palestina en esos terrenos. Según reportes, el colono amenazó a los agricultores, incluso con usar su arma si no abandonaban la zona.
Esa presencia llevó al ejército a imponer el cierre militar, que impidió la labor de los agricultores, mientras soldados recogían las aceitunas frente a ellos. Las imágenes provocaron indignación internacional y evidencian tensiones diarias en zonas de conflicto en la Cisjordania ocupada.
Este tipo de acciones se enmarca en la larga disputa entre colonos israelíes y agricultores palestinos por tierras en la región, donde denuncias de abusos y confiscaciones son frecuentes.
El Ejército israelí no ha emitido comentarios oficiales inmediatos sobre el incidente.
































