Andy Farrell, entrenador de Irlanda, no ocultó su frustración tras la derrota de su equipo frente a Nueva Zelanda en Chicago. Farrell señaló que los fallos mentales en momentos clave marcaron la diferencia y costaron caro en el marcador final.
El choque entre las dos potencias del rugby terminó con una victoria para los All Blacks, que aprovecharon esos errores y mostraron mayor concentración. “En este nivel cualquier distracción te penaliza y eso fue lo que sufrimos,” declaró Farrell tras el encuentro.
Irlanda llevaba buenas expectativas y un equipo competitivo, pero no pudo mantener la intensidad ni la concentración necesaria durante los 80 minutos. Los lapsos mentales en la defensa y la gestión del partido fueron decisivos para dejar a Irlanda fuera de la pelea en esta gira por Estados Unidos.
El partido en Chicago fue seguido con atención desde Europa, ya que Irlanda buscaba consolidar su crecimiento y plantar cara a Nueva Zelanda, referente mundial del rugby. Sin embargo, la experiencia mostró que no basta con talento y preparación física, también hacen falta disciplina y concentración mental.
Farrell y su cuerpo técnico tendrán que ajustar la mentalidad del equipo antes del próximo compromiso internacional. El mensaje es claro: errores mentales como los de Chicago no se pueden repetir si quieren competir con los gigantes del rugby mundial.


































