La Fiscalía General de la Nación mantiene la presión sobre el exministro de Hacienda Ricardo Bonilla por su presunta participación en la red de corrupción dentro de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres.
La fiscal Luz Adriana Camargo expresó su deseo de que no sea necesario solicitar el apoyo de Interpol para asegurar la comparecencia de Bonilla ante la justicia colombiana, a diferencia de otros casos recientes como el del exdirector de la Presidencia Carlos Ramón González, cercano al presidente Gustavo Petro, quien tuvo que ser capturado con ayuda internacional.
“Que esas personas respondan ante la justicia, que no comparezcan dado el alto cargo que ocuparon como Carlos Ramón González, esperaría que no haya que hacer labores de Interpol como hemos tenido que hacerlo…”
En respuesta, Bonilla usó su cuenta en X para reafirmar que no tiene intención de huir y que ha entregado su pasaporte y documentos al ente acusador. Además, el exministro destacó que su salud es atendida en Colombia, demostrada ante la Corte, y confirmó que atiende todas las diligencias judiciales.
El 16 de octubre, por petición de Bonilla, el Tribunal verificó con la UIAF que no dispone de recursos para salir del país, reforzando su compromiso con el proceso.
Testimonio clave revela negociación de contratos por votos
El caso se avanza gracias al testimonio de María Alejandra Benavides, exasesora de Bonilla, quien denunció que la llamada “gobernabilidad” implicaba entregar multimillonarios contratos a congresistas a cambio de su respaldo político.
Benavides declaró que su función principal en el Ministerio de Hacienda era asegurar el apoyo de los legisladores de la Comisión de Crédito Público vía “cupos indicativos”, mecanismo que permitía asignar recursos y proyectos condicionando votos en asuntos cruciales del Gobierno Petro.
Detalló el ambiente en reuniones y la dinámica de negociación, donde se mantenía a los congresistas “felices” con beneficios directos, reseñando que incluso la secretaria administrativa recibía correos con solicitudes específicas de citas y temas para Bonilla.
“Había un acuerdo tácito… como un gesto con el ministro, se iba a votar un crédito para mostrar disposición a colaborar con Bonilla…”
La Fiscalía avanza con este y otros testimonios en una investigación reservada, encaminada a esclarecer los mecanismos de corrupción política y financiera dentro del Ejecutivo.
Bonilla, por ahora, sigue en Colombia y a disposición del proceso, aunque el riesgo de más órdenes de captura o solicitudes internacionales no está descartado.


































