El bloque más grande y pesado del Muro de Berlín está en Buenos Aires, en el barrio de Barracas. Pesa más de 2500 kilos, mide más de 2 metros de ancho y conserva los grafitis originales que recuerdan la división que marcó la Guerra Fría.
La pieza fue traída a Argentina el mismo día que cayó el Muro, el 9 de noviembre de 1989. Quien logró traer estos bloques históricos fue Jorge Fontevecchia, CEO del grupo Perfil, que negoció recibir 20 bloques a cambio de construir una escuela en Alemania.
El trozo de Muro ahora está vidriado y protegido en la planta baja del edificio de la editorial en la calle California al 2700. Para el escultor Mauro Ketlun, que difundió esta información en TikTok, este pedazo tiene una “energía inquietante” y despierta un escalofrío en quienes lo ven.
El Muro de Berlín fue construido por la República Democrática Alemana en 1961 para prevenir que sus ciudadanos cruzaran hacia Berlín Occidental. Se extendió por 155 kilómetros, 43 de ellos atravesando la ciudad de Berlín. Su caída en 1989 simbolizó el fin de la Guerra Fría y la reunificación alemana.
Desde entonces, varios fragmentos fueron distribuidos alrededor del mundo como símbolos de libertad y memoria histórica. Argentina conserva así un pedazo único, el más grande fuera de Alemania, que hasta ahora pasa desapercibido para la mayoría.
Ketlun recuerda también que el traslado tardó 500 días y que Fontevecchia lo trajo “como símbolo de la libertad de expresión”. Este pedazo se convierte en un verdadero testigo mudo de la historia global, alojado en plena Ciudad de Buenos Aires.
