Gustavo Quinteros ya está al frente de Independiente y prepara el clásico de Avellaneda contra Racing, su primer partido como técnico del club. Tras una semana de reuniones y presentaciones, el entrenador boliviano comenzó hoy en el predio Santo Domingo con una charla grupal y actividades físicas que marcaron un clima intenso y de exigencia.
Quinteros sorprendió pidiendo autorización para usar la parrilla de Villa Domínico y hacer un asado semanal con el plantel. La idea es reforzar la convivencia y recuperar la confianza en un equipo que llega con 11 partidos sin ganar bajo su exentrenador, cuyo ciclo terminó con la renuncia.
En su debut dirige la práctica junto al preparador físico Hugo Roldán, combinando ejercicios físicos y evaluando a jugadores con molestias musculares, entre ellos Sebastián Valdéz y Gabriel Ávalos. El cuerpo técnico trabaja para detener la mala racha y buscar un repunte inmediato.
Quinteros ya piensa en cambios tácticos: quiere un doble cinco y ajustar la posición de los delanteros para imprimir su sello. El clásico contra Racing se vuelve la prioridad máxima, con la consigna de salir ilesos aunque la victoria sería un golpe anímico vital.
Independiente tiene ocho partidos por delante para trepar posiciones y entrar en zona de playoffs, actualmente en la última colocación. Por ahora, todo el foco está en el Cilindro y en que el inicio de esta nueva era sea con un resultado positivo que cambie el rumbo.
