La minería mexicana está en jaque y pierde terreno crucial en la producción de minerales estratégicos frente a la competencia global, especialmente China. La Cámara Minera de México (Camimex) advirtió que la falta de certeza jurídica, permisos detenidos y regulaciones restrictivas están frenando la exploración y con ello el desarrollo del sector.
Los minerales críticos como litio, cobre y zinc son indispensables para la industria automotriz, electrónica y otras 190 actividades productivas que sostienen la economía nacional y la integración regional con EU y Canadá. Pero la suspensión de nuevas concesiones en 2023 y la nacionalización exclusiva del litio ponen en riesgo el abastecimiento y la competitividad.
Pedro Rivero, presidente de Camimex, situó la extracción y exploración como tareas urgentes para México:
“Hay que explorar para ver qué tenemos y si tenemos potencia; hay que dar oportunidad a que empresas privadas busquen”
Desde 2023, el gobierno federal frenó la entrega de nuevas concesiones, pide evaluaciones profundas y reformó la Ley Minera para limitar vigencias a 30 años, prohibir minería en áreas protegidas y dar concesiones solo por licitación pública. Esto congeló varios proyectos y prolongó la incertidumbre para inversionistas.
Uno de los ejemplos más emblemáticos es el litio, mineral nacionalizado y ahora sólo explotado por el Estado. La cancelación del permiso privado a la china Ganfeng Lithium en Sonora provocó un arbitraje internacional ante el CIADI, marcando un conflicto nuevo con inversionistas extranjeros.
Rivero advirtió que la exclusión del sector privado limita la capacidad de México para competir globalmente:
“Si queremos entrar a la agenda del litio, necesitamos inversión continua y decidida, no sólo control estatal”
El reto es doble. En México, los yacimientos presentan condiciones geológicas complejas, principalmente en arcilla, requiriendo tecnologías avanzadas que el Estado aún no domina completamente. El Instituto Mexicano del Petróleo realiza proyectos piloto para desarrollar técnicas de extracción, pero la brecha con China es cada vez más amplia.
La presión por asegurar cadenas de suministro de estos minerales críticos se intensifica a nivel mundial, mientras México enfrenta restricciones internas que ponen en duda su rol dentro de la alianza de Norteamérica. La minería quedará bajo vigilancia constante en los próximos meses, en especial si no se concretan las negociaciones para reactivar la exploración privada.
