Uruapan, Michoacán.- El gobernador Alfredo Ramírez Bedolla fue expulsado a gritos del funeral del alcalde Carlos Manzo, asesinado la noche anterior en esa ciudad.
El mandatario estatal, del partido Morena, llegó en una camioneta Suburban blanca a la Casa Funeraria San José, en Avenida Juárez. Desde su llegada, un grupo de ciudadanos y familiares le gritó “¡Fuera, fuera!”.
Al entrar, los reclamos aumentaron y una mujer le gritó “¡Fuera, fuera asesino!”. Otros asistentes corearon el nombre del alcalde y refirieron su odio hacia Bedolla, por quien expresaron rechazo y enojo.
Bedolla permaneció dentro del velorio poco más de cinco minutos antes de salir escoltado junto con su equipo, sin lograr calmar el ambiente tenso y hostil. La ciudad se muestra indignada tras el asesinato del alcalde.
En redes sociales, el gobernador señaló que acudió para expresar condolencias a la familia, mencionando a Manzo como su amigo y compañero. “Sé que su asesinato genera muchísima rabia e indignación, todos estamos consternados, pero vamos a actuar de inmediato para garantizar justicia y paz”, escribió.
Manzo fue atacado a balazos la noche previa, en un nuevo episodio de violencia ligada al crimen organizado que golpea a Michoacán. Hasta ahora no hay detenidos relacionados con el homicidio.
El subsecretario de Gobierno, Juan Manzo, hermano del alcalde fallecido, también acompañó a la familia durante el funeral, donde la molestia popular fue palpable contra las autoridades.
La violencia en Uruapan incrementa la presión sobre el gobierno estatal para que refuerce la seguridad y justicia en la región.


































