Ryanair y Wizz Air lanzan una seria advertencia: la subida de impuestos aeroportuarios y tasas aéreas en Reino Unido están afectando la viabilidad de sus operaciones y podrían frenar el crecimiento del sector.
Tras el anuncio del presupuesto de otoño 2024 por la ministra de Hacienda Rachel Reeves, que incluye un alza en el Impuesto a Pasajeros Aéreos (APD) a partir de abril de 2026, ambas aerolíneas acusan que estos costes adicionales vuelven insostenible la competitividad del mercado británico.
El APD ya es uno de los más altos del mundo. Ahora, los pasajeros pagarán desde £2 más en los billetes más baratos hasta un 50% extra para vuelos en jets privados. Por ejemplo, la tarifa reducida para vuelos domésticos subirá de £7 a £8, y las tarifas en trayectos largos se disparan hasta más de £1,000 en cabinas premium.
Michael O’Leary, CEO de Ryanair, advirtió sin rodeos:
“Si elevan de nuevo el APD en vuelos domésticos, habrá recorte de capacidad, no hay duda. Estas rutas apenas son rentables.”
Por su parte Michael Delehant, COO de Wizz Air, denunció que el mercado británico se está volviendo “muy limitado para crecer” y que no pueden absorber estos costes. Wizz ya trasladó aviones desde Viena a Bratislava (Eslovaquia) por cargas impositivas.
Los aumentos en el APD empezaron a aplicarse el 1 de abril de 2025, pero el escalón siguiente llegará en 2026, con incrementos de hasta £16 en vuelos domésticos y hasta £1,500 para vuelos premium de larga distancia. Todo esto se suma a una presión creciente sobre tarifas, servicios y empleos, especialmente en aeropuertos regionales.
Además, London Gatwick alertó que el aumento de las tasas empresariales puede paralizar proyectos clave, como la construcción de una segunda pista, complicando aún más la inversión futura. Según AirportsUK, cada avión basado en el Reino Unido genera unos 400 empleos y £27 millones al año en contribución económica.
Wizz Air, con 19 aviones basados en Londres Gatwick y Luton, calificó las tarifas de este aeropuerto como “insostenibles”. Delehant explicó que los costes de más de €50 por pasajero antes de despegar destruyen la viabilidad de las tarifas ultra baratas.
Ryanair también recortó rutas en otros países afectados por impuestos similares: redujo 800,000 asientos y canceló 24 rutas en Alemania por un impuesto que subió un 24% y recortó el 13% de su capacidad en Francia por la subida de la tasa TSBA.
En Reino Unido, la aerolínea ya redujo servicios en Newquay, Cornwall, para favorecer mercados más rentables como Suecia, donde el APD fue eliminado, y avisa que los nuevos pedidos de aviones, cerca de 300 unidades, se destinan al mercado más rentable.
Si el Gobierno decide subir aún más las tasas, Ryanair adelantó que desviará flota y crecimiento fuera del Reino Unido, golpeando directamente la conectividad aérea y el turismo.
El sector teme que la suma de impuestos al pasaje y elevadas tasas aeroportuarias estén minando la recuperación y competitividad del Reino Unido como hub global de aviación, con consecuencias negativas para empleos y economía regional.


































