Donald Trump volvió a encender la polémica nuclear al acusar a Rusia y China de realizar ensayos nucleares en secreto, mientras anunció que ordenó al Pentágono iniciar pruebas de armas nucleares estadounidenses.
En una entrevista con la cadena CBS el domingo, Trump aseguró que ambos países “hacen ensayos, pero no hablan de ello”. Según él, estos son “ensayos subterráneos, profundos, donde apenas se siente una vibración”.
“La Rusia hace ensayos, y China hace ensayos, pero no hablan de ello… Nosotros debemos hacerlo también”, dijo Trump.
El exmandatario no detalló en qué consisten exactamente sus órdenes, y generó confusión sobre si se refiere a detonar cargas nucleares completas o a otro tipo de pruebas. Su ministro de Energía, Chris Wright, aclaró en Fox News que no serán explosiones nucleares reales, sino “explosiones no críticas” para verificar la geometría y el funcionamiento interno de armas sin causar detonación nuclear.
Este anuncio, hecho la semana pasada, provocó rechazo e inquietud a nivel global, pues Estados Unidos no ha realizado un ensayo nuclear oficial desde 1992. En contraste, Corea del Norte sí ha probado armas nucleares repetidamente desde 2006.
La sospecha de Trump se da en un contexto geopolítico tenso, con la guerra en Ucrania que ha reactivado el uso retórico de armas nucleares. Desde la caída de la URSS, Rusia no ha hecho pruebas oficiales desde 1990 y China desde 1996.
Trump insiste en que EE.UU. debe mantener la paridad en ensayos con sus rivales para preservar su capacidad militar, aunque sigue sin concretar si habrá detonaciones nucleares completas. Mientras tanto, el mundo observa con preocupación esta escalada verbal que podría afectar la estabilidad internacional.

































