El lujo está en una etapa crítica. Según Eric Briones, autor de referencia sobre resiliencia en el sector, la industria enfrenta desafíos no vistos en años.
Briones subraya que la pandemia, las crisis económicas globales y los cambios en el comportamiento del consumidor han puesto a prueba a las grandes marcas. “El lujo no puede aferrarse a viejas fórmulas”, advierte.
La clave para reinventarse, explica, está en la innovación y la adaptación. El mercado exige hoy productos y experiencias más sostenibles, personalizados y tecnológicos. Además, la competencia se intensifica con nuevas marcas que captan la atención de un público más joven.
Frente a esta presión, las casas de lujo deben trabajar en equilibrio entre tradición y modernidad. Briones señala que “la resiliencia del sector dependerá de su capacidad para integrar valores éticos sin perder exclusividad”.
El autor también menciona un cambio generacional importante: los clientes millennial y Gen Z quieren lujo con propósito, no solo ostentación. Esto obliga a revisar estrategias comerciales y comunicativas.
Finalmente, la globalización y el retorno de los viajes tras la pandemia reconfiguran el consumo. Mercados clave, como Asia y América, siguen siendo motor, pero Europa no puede descuidar su cuota.
Analistas consultados coinciden en que el lujo entra en un periodo de transición forzada con múltiples retos, pero también oportunidades para quien sepa adaptarse rápido.


































