Anthony Williams, de 32 años, fue arrestado y acusado de 10 intentos de asesinato tras una serie de ataques con cuchillo, incluido uno brutal en un tren LNER que salió de Peterborough hacia Londres.
Los hechos se sucedieron entre la tarde del viernes y la madrugada del sábado, generando una cadena de incidentes vinculados que la policía británica considera parte de un mismo patrón.
A las 19:10 del viernes, un niño de 14 años fue apuñalado en el centro de Peterborough. Las heridas fueron leves y el menor fue dado de alta tras ser atendido en el hospital local. La policía no logró localizar al sospechoso en ese momento.
Solo 15 minutos después, a las 19:25, un hombre armado con un cuchillo fue visto en la barbería Ritzy Hair Studio, en la zona de Fletton, Peterborough. La Policía no envió patrullas al lugar porque el aviso se recibió dos horas después y el hombre ya se había ido.
Williams también está implicado en otro ataque cometido a las 00:45 del sábado en la estación Pontoon Dock DLR, en el este de Londres, donde una víctima sufrió heridas faciales leves. Allí se le acusa también de intento de asesinato.
El 9:25 de la mañana del sábado, la barbería Ritzy alertó nuevamente a la Policía de la presencia del sospechoso con un cuchillo. Esta vez se movilizaron patrullas que llegaron en 18 minutos, pero no lograron detener al hombre.
El ataque más grave ocurrió a bordo del tren LNER a las 00:45, poco después de salir de Peterborough, cuando Williams presuntamente apuñaló a nueve personas. Entre las víctimas están Scott Bletcher, Michael Paffett, y Kevin Deely, todos hospitalizados con heridas graves pero estables.
El caso llevó a la Policía de Cambridgeshire a auto-someterse a investigación por parte del Independent Office for Police Conduct (IOPC), aunque la oficina afirmó que no cumplía los criterios para abrir una investigación formal.
Williams fue presentado ante el juez de distrito Ken Sheraton, quien ordenó que permanezca en custodia hasta su comparecencia en el Tribunal Penal de Cambridge el 1 de diciembre. Los cargos incluyen diez intentos de asesinato, agresión grave y posesión de arma blanca.
Los incidentes ocurren en un contexto donde el debate sobre la seguridad en el transporte público y el control de armas blancas en Reino Unido sigue siendo un tema candente.
La Policía pide a cualquier persona que tenga información sobre los ataques o el sospechoso que se comunique de inmediato para ayudar a esclarecer los hechos.
						
									

































