Noviembre es el mes ideal para empezar a podar varias plantas en jardines y huertas, una labor crucial para que florezcan con más fuerza en primavera. Este mantenimiento no solo mejora su aspecto, sino que controla el crecimiento, evita plagas y elimina ramas enfermas o muertas.
Entre las especies recomendadas para poda en esta fecha están los árboles frutales como manzanos, perales, frambuesos, grosellas y arándanos. Sin embargo, en zonas muy frías hay que evitar podar para que las heridas no sufran daños por heladas ni hongos. La clave es hacer una poda de limpieza que retire ramas rotas o enfermas, preparando el árbol para la próxima estación.
Las rosas también requieren una poda ligera de mantenimiento ahora para eliminar ramas secas y flores marchitas. La poda más agresiva debe esperar hasta finales de invierno o principios de primavera, cuando el clima favorece una cicatrización rápida y segura. Expertos recomiendan acortar un tercio de los tallos sanos, pero no mucho más aún a esta altura del año.
Las hortensias de floración estival pueden recibir una poda en noviembre para eliminar tallos viejos y flores secas, estimulando el crecimiento para la próxima temporada. En contraste, las hortensias de floración primaveral no deben podarse ahora para no afectar los capullos de flores que ya se están formando.
Las clemátides de floración tardía necesitan solo una limpieza ligera en noviembre: cortar flores marchitas y acortar tallos secos, pero la poda principal queda para febrero o marzo, cuando se recomienda podar a una altura entre 20 y 50 cm para no dañar la planta.
La lavanda debe podarse sin agresividad, eliminando solo brotes verdes y tiernos, para evitar que se vuelva leñosa y mantener su forma compacta con buena floración. Se recomienda cortar aproximadamente un tercio de la planta y evitar los tallos viejos que no volverían a brotar.
Una poda oportuna fortalece la estructura natural de las plantas y mejora su producción. La recomendación general para noviembre es optar por podas leves que sanen rápido y preparen las plantas para su próxima etapa de crecimiento sin arriesgar su salud ante el frío.
Para Colombia, con su diversidad climática, lo ideal es ajustar estas recomendaciones según la zona, especialmente en altitudes más frías, donde las heridas de poda tardan en cicatrizar.
						
									

































