Stephen Crean, un aficionado del Nottingham Forest de 61 años, se convirtió en un héroe después de enfrentarse con sus propias manos a un hombre armado con un cuchillo en un tren LNER que viajaba de Doncaster a Londres.
Crean fue apuñalado siete veces mientras intentaba proteger a otros pasajeros y permitirles esconderse cerrando una puerta del vagón. Durante el ataque, el agresor le preguntó:
“¿Quieres morir?”
El atacante fue identificado como Anthony Williams, de 32 años, quien esta semana fue acusado de 11 cargos de intento de asesinato, incluyendo 10 por el ataque en el tren el sábado por la noche y uno por otro incidente horas antes en Londres.
Entre los heridos figura el defensor del equipo de fútbol Scunthorpe United, Jonathan Gjoshe, de 22 años, que fue apuñalado en el bíceps y fue sometido a cirugía. Su estado es estable y no corre peligro de muerte.
También resultó herido un trabajador del servicio ferroviario, quien intentó proteger a pasajeros en la zona del café del tren. La secretaria de Transportes, Heidi Alexander, describió al trabajador como un héroe y confirmó que permanecía en estado crítico pero estable.
Crean, que regresaba tras ver un partido de Nottingham Forest contra Manchester United, relató que no pensó en no intervenir. Sufrió heridas en la mano, el torso y la cabeza, y tuvo que refugiarse en un baño del tren para evitar nuevos ataques.
“Probablemente poca gente lo hubiera hecho, pero si no los detenía, la gente detrás de mí quedaba vulnerable,” declaró Crean desde su casa en el suroeste de Londres.
La policía armada intervino rápidamente y detuvo al presunto agresor en la estación de Huntingdon, donde la situación fue contenida sin que el atacante escapara.
Testigos y cámaras mostraron que Williams también estuvo involucrado en otro incidente violento el día anterior en un barbería de Peterborough, pese a lo cual la policía inicialmente no acudió al lugar.
En total, 11 personas resultaron heridas en el ataque del tren. Tres fueron dadas de alta y ocho permanecen hospitalizadas en centros como Addenbrooke’s Hospital en Cambridge.
						
									

































