El gobierno de Perú anunció hoy la ruptura de relaciones diplomáticas con México luego de que se confirmara que la ex primera ministra Betssy Chávez obtuvo asilo político en la residencia de la embajada mexicana en Lima.
El canciller peruano, Hugo de Zela, calificó la acción como un “acto inamistoso” que viola la soberanía nacional y dijo que la Cancillería “supo con sorpresa y pesar” que Chávez, procesada por rebelión y conspiración, permanece refugiada en la legación mexicana.
Chávez enfrenta una orden de prisión preventiva por 18 meses y está acusada de participar en el fallido intento de golpe de Estado liderado por el expresidente Pedro Castillo en diciembre de 2022. Según la Fiscalía, ella presionó a Castillo para disolver el Congreso.
De Zela acusó a México de injerencia reiterada en asuntos internos peruanos, tanto en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador como en la actual administración, y afirmó que México ha tratado de construir “una realidad paralela” presentando a los líderes del golpe como perseguidos políticos.
“Las autoridades mexicanas han intentado construir una realidad paralela sobre los hechos de 2022”
El canciller también rechazó declaraciones de la presidenta mexicana que calificaron a Castillo y Chávez como perseguidos políticos, señalando que esa postura es “falsa e inaceptable” y que ambos enfrentan procesos legales con garantías.
La suspensión de relaciones excluye los servicios consulares, que continuarán operando para trámites oficiales, aclaró el ministro durante la conferencia en Torre Tagle.
Perú subrayó que México aún no ha iniciado formalmente el proceso legal de asilo contemplado en la Convención de Caracas de 1954, lo que añade tensión al caso justo cuando se acercan los alegatos finales del juicio oral contra Chávez, quien no ha asistido a las últimas audiencias.
El abogado de Chávez, Raúl Noblecilla, ha dicho que no ha logrado contactar a su cliente y advirtió que el tribunal podría emitir una orden de captura si sigue ausente. El gobierno de Dina Boluarte identifica a Chávez como una figura central en la crisis institucional del 2022 que terminó con la destitución y detención de Castillo.
De Zela lamentó el quiebre diplomático que afecta una relación antes “fraternal” y aseguró que Perú es el único país en la región que rompe vínculos con México por el caso Castillo y su círculo cercano.
La medida es la respuesta oficial a lo que Perú considera una “persistente injerencia” de México en sus asuntos internos.
						
									































