La recaudación tributaria nacional sumó $16,1 billones en octubre, según informó ARCA, con un aumento nominal interanual del 26,5%, pero con una caída del 3,6% en términos reales.
El retroceso se explica principalmente por la menor recaudación en tributos vinculados al comercio exterior y la desaparición del Impuesto PAIS. Desde el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), su presidente Nadin Argañaraz aclaró que sin considerar estos factores la recaudación habría crecido un 1% en términos reales.
La comparación de este octubre con el año pasado está distorsionada además por una base alta de ingresos extraordinarios: el Régimen Especial de Bienes Personales, la moratoria, el Impuesto de Regularización de Activos y el Impuesto PAIS, ya eliminado.
Los impuestos que más bajaron fueron Bienes Personales, con una baja real del 67,8%, seguidos por derechos de exportación que retrocedieron 66%, y los impuestos internos coparticipados que cayeron 7,4% real.
En contraste, los derechos de importación crecieron 44% reales por la demanda de compras externas, el impuesto a los combustibles subió 25,2% real y el Impuesto a las Ganancias aumentó 13,2%. El IVA se mantuvo casi estable en términos reales, aunque sufrió por la eliminación de exenciones aduaneras.
Los aportes y contribuciones a la seguridad social subieron 1,2% real gracias al aumento de la remuneración bruta promedio y la suba del tope máximo de la base imponible, según Argañaraz.
Balance acumulado en 2025
En los primeros diez meses del año la recaudación totalizó $150,9 billones, con un crecimiento nominal del 43,4%. En términos reales IARAF estima ingresos similares a igual periodo de 2024, aunque si no se hubiese eliminado el Impuesto PAIS el crecimiento habría sido del 6%.
El Gobierno destaca que la estructura tributaria hoy depende menos de gravámenes ligados al comercio exterior y más de impuestos internos y a la formalidad laboral, lo que consideran una señal de reactivación gradual del mercado doméstico.
Pese a la caída puntual en algunos tributos, las bases del consumo y la actividad laboral dan cierto respiro, pero los números muestran que la recuperación todavía es débil y dependiente de factores externos como importaciones y combustibles.
						
									































