Kamala Harris abrió la puerta a una nueva candidatura a la presidencia de Estados Unidos en 2028 tras su dura derrota ante Donald Trump el 5 de noviembre de 2024.
La vicepresidenta demócrata mantuvo un perfil bajo tras perder las elecciones, hasta que a finales de septiembre reapareció para promocionar sus memorias. En ellas, admite errores que influyeron en su derrota y muestra una actitud renovada.
“No he terminado (…) He dedicado toda mi carrera al servicio público y lo llevo en la sangre”, dijo Harris en una entrevista a la BBC, sugiriendo que aún aspira a ocupar la Casa Blanca.
Su candidatura relámpago en 2024 quedó marcada por la inesperada renuncia de Joe Biden a la reelección, que le dejó solo 107 días para posicionarse como líder independiente en una Administración golpeada por la inflación, la guerra en Gaza y profundas divisiones sociales.
La tardía decisión de Biden afectó la capacidad de Harris para movilizar al electorado demócrata, que no terminó de apoyarla masivamente. Según un estudio reciente del Pew Research Center, su falta de carisma y de base sólida en las primarias le pasó factura, especialmente entre los votantes jóvenes.
Según una encuesta de la Universidad de New Hampshire de octubre, Harris se enfrenta a fuerte competencia para la candidatura demócrata. La lideran políticamente figuras como Pete Buttigieg, Gavin Newsom, y la congresista Alexandria Ocasio-Cortez.
Curiosamente, Harris está empatada en apoyo con Newsom, aunque este anunció que no competirá en las elecciones de gobernador de California el próximo año, lo que puede abrir nuevas incertidumbres en la interna demócrata.
Durante una aparición en el pódcast Diary of a CEO, Harris destacó su voluntad de no aceptar un “no” por respuesta y su perseverancia histórica para superar obstáculos, rasgos que cree clave para volver a intentarlo.
Kamala Harris es la primera mujer negra y de ascendencia sudasiática en ocupar la vicepresidencia de EEUU. Antes fue senadora y fiscal general de California, donde sorprendió ganando con un estrecho margen en 2011 y gobernando seis años.
Su probable retorno a la carrera presidencial se perfila como una pelea clave en el Partido Demócrata para 2028, aunque las encuestas actuales aún la colocan por detrás de otros líderes emergentes.
Mientras, Donald Trump sigue activo y provocador, como muestra un vídeo en un mitin reciente en Allentown, Pennsylvania, donde repasó momentos de Harris.
La atención ahora está puesta en cómo Harris y el Partido Demócrata reconfigurarán su estrategia de cara a los próximos seis años, manteniendo viva la disputa por la Casa Blanca.


































