Dick Cheney, exvicepresidente de Estados Unidos durante las dos presidencias de George W. Bush (2001-2009), falleció a los 84 años, informaron este 4 de noviembre fuentes familiares. Su muerte fue causada por complicaciones de una neumonía y problemas cardíacos y vasculares.
Cheney es recordado como uno de los vicepresidentes más poderosos y controvertidos en la historia política de EE.UU., especialmente por su papel central en la decisión de invadir Irak en 2003, un conflicto que dejó más de 5.000 soldados estadounidenses muertos y entre 100.000 y 1 millón de víctimas civiles y combatientes iraquíes, según diferentes estimaciones.
Nacido en 1941 en Lincoln, Nebraska, y criado en Wyoming, Cheney comenzó su carrera política en la Casa Blanca bajo la presidencia de Richard Nixon. Logró su primer puesto clave como jefe de gabinete en la era de Gerald Ford y fue representante por Wyoming entre 1978 y 1989. Entre 1989 y 1993, bajo George H. W. Bush, ejerció como secretario de Defensa y lideró el Pentágono durante la primera guerra del Golfo.
Tras un paréntesis en el sector privado como CEO de Halliburton, gigante de servicios petroleros, volvió a la política al ser elegido compañero de fórmula de George W. Bush en 2000. Tras el ataque del 11 de septiembre, Cheney impulsó las guerras en Afganistán y luego en Irak, marcando la política exterior estadounidense durante la década siguiente.
Después de dejar la vicepresidencia en 2009, siempre defendió la administración Bush y mantuvo presencia política pública. Apoyó a Donald Trump en 2016 y 2020, pero retiró su respaldo tras el asalto al Capitolio en 2021. En 2024 sorprendió al apoyar a la demócrata Kamala Harris, a quien consideró una opción mejor para la República frente a Trump.
Cheney deja un legado marcado por la expansión del poder ejecutivo y decisiones que aún dividen a la opinión pública estadounidense y el mundo. Murió lejos de las cámaras pero con una influencia que todavía pesa en la política estadounidense actual.

































