Balonmano Nava vive un calvario de lesiones que amenaza su temporada en la Liga Asobal. Desde antes de comenzar el campeonato el club segoviano arrastraba bajas importantes capaces de destrozar cualquier planificación.
Luisfe Jiménez sigue fuera por problemas de hombro que podrían apartarle definitivamente de las pistas, mientras que Adrián Nolasco se recupera de una rotura de ligamento cruzado anterior sufrida en marzo y seguirá de baja al menos un par de meses más.
A estas ausencias se sumó una operación de muñeca que dejó a David Roca fuera de combate. Roca, una pieza clave para el lateral derecho tras la salida de Isaiás Guardiola, no está previsto que vuelva al 100% hasta el próximo año.
Otro golpe para el equipo llegó antes de que la liga arrancara oficialmente: Pancho Ahumada, la estrella en la segunda vuelta pasada, tuvo que operarse de menisco y estará casi inactivo hasta marzo. La situación era ya insostenible y el club trató de compensar con nuevos fichajes.
La llegada de Lilian Pasquet aportó calidad al lateral pero su lesión obligó a acudir de urgencia al fichaje de David Fernández, jugador vallisoletano que no contaba con minutos en Caserío Ciudad Real y que vuelve a Nava para cubrir la crisis en la plantilla.
Pero el drama no terminó. Pasquet sufrió un problema en un dedo que le tendrá fuera cerca de cuatro meses. Así, el Balonmano Nava se queda sin ningún lateral derecho disponible, lo que complica su capacidad ofensiva y su dinámica colectiva en el campo.
El presidente Julián Mateo gestionó una contratación rápida para intentar paliar daños y contar con un lanzador zurdo como Fernández. El vallisoletano acepta el reto y vuelve a un club donde empezó a destacar para intentar liderar un Viveros Herol Nava partido tras partido.
El escenario es preocupante. Un equipo que ya partía con dudas y bajas continúa acumulando jugadores fuera de combate en posiciones clave. Nava tendrá que inventar para salir adelante mientras las lesiones siguen golpeando sin compasión.
La plantilla continúa trabajando, pero el tiempo apremia y la sombra que sobrevuela el club segoviano es la de una temporada cada vez más complicada por las constantes bajas. El Balonmano Nava necesita recuperar a sus hombres clave y encontrar alternativas si quiere remontar el vuelo esta campaña.
