Juan Román Riquelme ya tiene la mira puesta en Avellaneda para reforzar Boca de cara al próximo mercado de pases. El presidente xeneize analiza quiénes se quedan y quiénes salen tras una temporada irregular y poco competitiva en 2025.
Boca apunta directamente a Felipe Loyola, el chileno de Independiente que tiene contrato hasta diciembre de 2027. Riquelme sabe que deberá pagar para conseguirlo y liberar un cupo de extranjeros, pero la presión de los hinchas para traerlo es fuerte.
Además, los fans de Boca están pidiendo a otro jugador del Rojo de Avellaneda, y desde el club azul y oro no descartaron sumar un segundo refuerzo proveniente de ese mercado. A esto se suma la evaluación dura que junto al técnico Claudio Úbeda están haciendo sobre quiénes pueden seguir y quiénes no.
En ese repaso, ya está confirmado que Ignacio Miramón se irá de vuelta al Lille tras no rendir en Boca, mientras que Agustín Martegani tendría salida en préstamo por la poca acción que tuvo esta temporada.
Si Milton Delgado continúa, podría tener competencia en defensa. En paralelo, Boca sabe que debe reforzar la línea ofensiva con un delantero goleador y un extremo que compita con Exequiel Zeballos. También buscan un volante central para reemplazar la salida de Miramón y un marcador central por derecha.
Riquelme trabaja para cerrar un “dos por uno” con Independiente, aunque la ficha de Kevin Lomonaco es ahora muy alta, con un valor estimado superior a 15 millones de dólares. Además, el Zenit de Rusia está interesado en llevarse al defensor de Independiente, lo que podría complicar la operación para Boca.
El club xeneize encara un mercado clave para intentar revertir una temporada pobre y prepararse para pelear la Copa Libertadores 2026, con el presidente atento a las necesidades que le marca la cancha y los hinchas.


































