El rey emérito Juan Carlos I lanza duras críticas a su hijo, el rey Felipe VI, tras la decisión de retirarle la asignación anual y su renuncia a la herencia, según revela en sus memorias publicadas esta semana en Francia bajo el título Reconciliación. El libro llegará a España el 3 de diciembre, pero ya surgen detalles del contenido explosivo.
Juan Carlos explica que escribió sus memorias pese a la advertencia de su padre, “los Reyes no se confían, menos públicamente”, porque siente que le están robando su propia historia. En el prólogo habla de su exilio voluntario en Abu Dabi, provocado por la presión mediática y gubernamental tras la filtración de una cuenta en Suiza y acusaciones que califica como “totalmente infundadas”. Dice que se marchó para no poner en peligro la Corona ni molestar a Felipe VI en sus funciones como jefe del Estado.
El desencuentro entre padre e hijo se centra en 2020, cuando el rey Felipe comunicó que renunciaba a su herencia y le retiraba la asignación mensual que Juan Carlos recibía como exjefe de Estado. “Este anuncio significa que me rechazas”, cuenta el emérito que le dijo a su hijo, y le advirtió que aunque pueda excluirlo en lo personal y financiero, no puede rechazar “la herencia institucional en la que has crecido”.
En las 512 páginas también cuenta el papel que tuvo Felipe durante el intento de golpe de Estado del 23-F, que marcó el inicio de su capacitación como futuro rey. Juan Carlos pidió que su hijo estuviera presente a su lado aquel día, para que viviera la tensión en directo y no solo escuchara la historia años después.
El libro no escapa a la relación familiar, que el exmonarca describe como dolorosa y marcada por el distanciamiento. Habla de un “desarraigo y aislamiento al final de la vida”, de sentirse “resignado, herido por una sensación de abandono” y de “días de desesperación por la familia que tanto extraño, especialmente en España.”
Respecto a Felipe VI, recuerda con frustración:
“Mi hijo me dio la espalda por deber… Entiendo que como rey debe mantener una postura pública firme, pero sufrí por su insensibilidad.”
Juan Carlos también repasa las causas de su abdicación en junio de 2014, vinculadas a escándalos sentimentales y judiciales, especialmente el caso Corinna Larsen. Reconoce que siempre quiso preparar mejor a su sucesor y evitar que “se marchitara esperando su momento”.
Estas memorias amplían el debate público sobre la Corona y reflejan un conflicto personal que sigue sin resolver, mientras España espera la publicación oficial y la reacción de Felipe VI y la Casa Real ante estas duras declaraciones.


































