La vicepresidenta primera, María Jesús Montero, reafirmó este miércoles en el Congreso su completa confianza en su jefe de gabinete, Carlos Moreno, pese a las duras críticas del Partido Popular por el llamado caso Koldo.
En ausencia del presidente Pedro Sánchez, que viaja en Nueva York, Montero fue blanco principal de la oposición durante la sesión de control. El diputado del PP, Elías Bendodo, le preguntó si aún ponía la mano en el fuego por Moreno, a lo que la ministra de Hacienda respondió con un “rotundamente sí”.
Los populares sacaron a relucir la investigación del caso Koldo, en la que aparece la intermediación de Víctor de Aldama y Moreno para el aplazamiento de una deuda tributaria de una empresa vinculada. Montero replicó con denuncias contra la líder madrileña, Isabel Díaz Ayuso, y su pareja, acusándolos de mentir y preguntando si el diputado y inspector de Hacienda, Juan Bravo, conocía esos datos.
Bravo cuestionó al Gobierno por normalizar lo que considera irregularidades y aseguró que España está a “un día menos para despertar de esta penitencia y recuperar la normalidad”.
Montero acusó al PP de hacer oposición basada en “mentiras” y “bulos” con el objetivo exclusivo de “destruir”. Además, criticó la gestión del presidente valenciano Carlos Mazón, a quien el PP mantiene pese a una gestión que, dijo, ha costado “cientos de miles de vidas”.
El debate se enmarcó también en la polémica sobre los acuerdos del Gobierno con Junts y los fallos detectados en las pulseras antimaltrato, temas que aportaron tensión a la sesión en la Cámara Baja.
Con Sánchez fuera del país, Montero asumió la defensa del Ejecutivo y respondió a los ataques directos de la oposición, que busca desgastar al entorno familiar del líder socialista a raíz de las acusaciones de corrupción. Por ahora, la ministra mantiene el pulso y su respaldo a Moreno, descartando imputaciones pese al caso abierto.
