Liam Gonzalez, de 37 años, recibió una condena de seis años y nueve meses tras ser encontrado con más de 1 kilo de cocaína y casi £28,000 en efectivo en Cardiff.
El 27 de marzo de 2023, la policía detuvo a Gonzalez y su cómplice Habinder Baines, 38, en Llanishen cuando intentaban esconder droga debajo de un asiento infantil y en cojines.
La cocaína, de 1.1 kg, tenía un valor al por mayor de entre £25,000 y £30,000. En el Audi de Baines se encontró además un bolso con £27,900 en efectivo con las huellas de Gonzalez. Baines admitió el dinero pero dijo que no quería tocarlo, por eso llevaba guantes.
En la casa de Gonzalez se hallaron armas: dos bates de béisbol, un cuchillo y un cuchillo de carnicero. Él alegó que estaban para proteger a su hija. En el domicilio de Baines en Birmingham descubrieron básculas digitales, seis móviles y £800 en efectivo. El teléfono de Baines contenía mensajes borrados automáticamente y referencias a la dirección de Gonzalez.
Gonzalez negó su implicación en las drogas en una declaración preparada, pero fue declarado culpable de tráfico de drogas tipo A y posesión de propiedad criminal. Baines se declaró culpable en la corte.
El fiscal Jac Brown describió la operación como regional, con un sistema de confianza entre corredores. Dijo que ambos tenían conocimiento del volumen y valor de la red.
En los tribunales de Newport Crown Court, se especificó que Gonzalez ganó cerca de £210,000 con esta actividad criminal, pero solo tenía activos valorados en £29,330.
El juez Richard Kember ordenó que Gonzalez pague esta cantidad en tres meses o cumpla nueve meses más de prisión. Baines fue condenado a cuatro años y cuatro meses.
Este caso muestra cómo en el Reino Unido los beneficios de la droga tienden a ser incautados solo hasta el valor de los activos disponibles, incluso cuando las ganancias superan ampliamente esa cifra.


































