Virginia eligió este martes a Jay Jones como fiscal general pese a que en 2021 se difundieron mensajes suyos en los que deseaba la muerte violenta de su rival republicano, Todd Gilbert, y hasta de sus hijos pequeños.
Los mensajes, revelados por National Review, muestran a Jones enviando un texto a un legislador estatal republicano diciendo que si estuviera en una habitación con Adolf Hitler, Pol Pot y su principal adversario político, dispararía contra el republicano. También expresó su deseo de que los hijos de Gilbert murieran en brazos de su madre por beneficio político. Incluso afirmó que esperaba la muerte de policías por razones similares.
Aunque en el pasado estas declaraciones habrían causado la renuncia inmediata de un candidato, Jones mantuvo el apoyo del Partido Demócrata y su candidatura no se vio dañada. La gobernadora electa de Virginia, Abigail Spanberger, demócrata como Jones, se negó a condenar sus mensajes violentos.
Las elecciones reflejan un preocupante aumento de la radicalización y la tolerancia hacia la violencia política en Estados Unidos. Una encuesta reciente indica que casi un cuarto de los votantes ve justificada la violencia política, con mayor apoyo entre jóvenes menores de 45 años. El 55% de los estadounidenses espera que la violencia política aumente, siendo más optimistas en esta predicción los votantes demócratas.
Más del 50% de los votantes de Virginia respaldaron a Jones y a Spanberger, mostrando que una parte importante del electorado no consideró inaceptable que un candidato detentara deseos explícitos de muerte contra un rival político y sus hijos. Incluso el 3% de los demócratas dijo que los comentarios de Jones aumentaron sus ganas de votarle.
Esta elección pone de manifiesto una nueva normalidad donde el discurso violento y la polarización extrema avanzado en el Partido Demócrata no solo no acaban con las carreras políticas de sus protagonistas, sino que pueden resultar irrelevantes o incluso un factor favorable para cierto sector del votante.
