El consejo de Tesla pone contra la pared a sus accionistas: deben aceptar pagar a Elon Musk hasta un billón de dólares en acciones como parte de su paquete salarial, o arriesgar que el empresario se retire y provoque un desplome en el precio de las acciones.
La votación será este jueves y representa una decisión crucial para los inversores. El consejo insiste que solo Musk puede llevar a Tesla a dominar la inteligencia artificial, la producción masiva de robotaxis autónomos y robots humanoides.
Si Musk cumple con las metas del consejo a lo largo de una década, Tesla podría alcanzar un valor de mercado de 8.5 billones de dólares y Musk tendría cerca de una cuarta parte de las acciones. Aunque no logre todos los objetivos, la compensación sería récord, en decenas de miles de millones.
Inversores como Nancy Tengler, directora de inversiones de Laffer Tengler, defienden la propuesta. “Si las acciones se multiplican por seis —y eso es obligatorio— voy a ganar mucho dinero”, dice Tengler.
Pero otros expertos en gobierno corporativo alertan que el paquete es un riesgo mayúsculo, porque concentra demasiado poder en Musk y rompe con las reglas tradicionales que buscan evitar dependencia de un solo líder.
“Para mí, la respuesta apropiada es decir: ‘Que tengas un buen día’”, comentó Charles Elson, experto en gobierno corporativo de la Universidad de Delaware, sobre la presión de Musk al consejo.
Los inversionistas institucionales importantes, como el fondo de pensiones CalPERS y el fondo soberano de Noruega Norges Bank, han expresado su rechazo a la remuneración, argumentando que diluye el valor para los accionistas y crea un riesgo excesivo.
Musk advirtió que podría poner foco en sus otros proyectos, como SpaceX, xAI y Neuralink, si el acuerdo no prospera. La presidenta del consejo, Robyn Denholm, ha enfatizado el peligro de perderlo.
Señala la carta del consejo: “Sin Elon, Tesla podría perder un valor significativo, ya que la empresa dejaría de ser valorada por lo que aspiramos a ser”.
El modelo de compensación vincula los pagos a enormes aumentos en el precio de las acciones y obliga a Musk a conservarlas por cinco años. El profesor Krishna Palepu, de Harvard, asegura que es un acuerdo en línea con los intereses de los accionistas si Musk repite su crecimiento histórico.
Musk controla actualmente el 15% de Tesla y podría usar ese poder para votar su propio paquete salarial, algo que no hacía cuando la empresa estaba registrada en Delaware pero que ahora la ley de Texas permite.
Los críticos ven un “atraco clásico” al consejo de Tesla. El profesor Gautam Mukunda de Yale dice que Musk ya tiene suficiente riqueza y que el consejo no debe ceder a sus amenazas. “Se está apuntando con una pistola a la cabeza”, aseguró.
Con Tesla valorada en 1.5 billones de dólares y un negocio de autos eléctricos en ligero declive, todo se basa en la visión y promesas de Musk sobre el futuro autónomo y robótico.
El resultado de la votación del jueves definirá el rumbo de Tesla y si el mayor accionista consigue la aprobación para esta compensación sin precedentes en la historia corporativa.


































