La policía de Alpes-Maritimes acaba de poner en servicio tres coches-radares totalmente equipados para intensificar el control de la velocidad en las carreteras del departamento.
Estos vehículos invisibles, camuflados para no ser detectados fácilmente, ya circulan en zonas clave donde los excesos de velocidad son habituales y generan riesgos para la seguridad vial. El despliegue busca reducir accidentes y mejorar la vigilancia sin alertar directamente al conductor.
Los coches-radares miden automáticamente la velocidad y registran las infracciones que serán sancionadas con multas. La estrategia refuerza la lucha contra los conductores imprudentes en una región con alta densidad de tráfico y rutas peligrosas, especialmente durante la temporada turística.
Fuentes policiales indican que la fase inicial incluye un despliegue estratégico para cubrir tramos con mayor incidencia de accidentes por velocidad. No se descarta ampliar el número de coches-radares si los resultados son positivos.
El refuerzo en controles con tecnología avanzada forma parte de un plan nacional para bajar la siniestralidad vial y proteger a todos los usuarios de la carretera. En Alpes-Maritimes, esta medida llega justo cuando la movilidad vuelve a incrementar tras la pandemia.
Se recomienda a los conductores respetar los límites de velocidad y prudencia ante la presencia de estos nuevos equipos de vigilancia que operan ya en las calles y autopistas.

































