Rachel Reeves, ministra de Hacienda del Reino Unido, ha decidido no aumentar los impuestos a los grandes bancos británicos en el próximo Presupuesto de otoño tras presiones de la industria financiera.
La medida, inicialmente considerada como un objetivo clave para obtener ingresos, ha sido relegada a un segundo plano después de que las principales entidades financieras advirtieran sobre el impacto negativo en la competitividad internacional y el crecimiento económico.
Según fuentes cercanas al proceso, “hay una lista de posibles medidas fiscales, pero subir impuestos a los bancos está muy abajo en la lista”. Otro contacto afirmó que “los bancos ya están pagando mucho impuesto, no vamos a incrementar esa carga”.
Esta decisión contrasta con la llamada de esta semana del portavoz económico de los Liberal Demócratas, quien pidió focalizar el aumento de impuestos en “los grandes bancos” en lugar de “las familias en dificultades”.
La preocupación del sector se basa, en parte, en un informe conjunto de UK Finance y PwC que revela que el tipo impositivo total de los bancos londinenses subirá al 46,4% en 2025, un aumento de 0,6 puntos porcentuales, muy por encima de sus competidores internacionales.
Por ejemplo, en Nueva York la tasa se mantiene estable en un 27,9%, casi dos tercios menos que en Londres, lo que genera inquietud sobre la atracción de la City para las inversiones y negocios internacionales.
Además, el sector bancario británico aportó £43.300 millones en impuestos en el año fiscal hasta marzo de 2025, cifra que se ha incrementado debido al reciente aumento de las contribuciones a la seguridad social impulsado por Reeves.
Los bancos no solo pagan impuesto de sociedades, sino también un gravamen sectorial específico, más IVA, impuestos a la propiedad, seguridad social y otros tributos.
Los CEOs de las cuatro grandes entidades bancarias – NatWest, Lloyds, HSBC y Barclays – han hecho sonar la alarma. Charlie Nunn, CEO de Lloyds, advirtió que aumentar impuestos al sector “no sería coherente con el objetivo de impulsar la economía”.
“Las economías fuertes necesitan bancos fuertes”, dijo Paul Thwaite, director de NatWest, y pidió que mejor se destine el capital bancario a dar más créditos para fomentar el crecimiento.
Con este escenario, parece improbable que el Presupuesto de otoño incluya una “batida fiscal” contra los bancos británicos pese al debate político y las críticas públicas. Los planes se centran ahora en otros sectores para aumentar ingresos sin comprometer la estabilidad financiera nacional.

































