Desde que las Rapid Support Forces (RSF) tomaron control de El-Fasher, en Sudán, y asesinaron a miles de civiles, una oleada de influenciadores pro-Emiratos Árabes Unidos (EAU) ha llenado las redes sociales con ataques y mensajes racistas contra el ejército sudanés, desviando la atención de la responsabilidad del RSF.
El RSF es señalado por cometer atrocidades masivas en Darfur, mientras crece la evidencia de apoyo militar y logístico desde Emiratos Árabes Unidos. En medio de esta crisis, cuentas israelíes, incluida una canal estatal en árabe, han reforzado esta narrativa con contenidos idénticos que vinculan al ejército sudanés con grupos como Hamas.
Los mensajes pro-EAU en redes sociales buscan polarizar la opinión pública y evitar que la atención se centre en las graves violaciones de derechos humanos atribuidas al RSF. Además, el contenido racista ha sido duramente cuestionado por expertos en derechos humanos y activistas sudaneses.
Este fenómeno de desinformación ocurre en paralelo a la escalada del conflicto en Darfur, donde las fuerzas paramilitares del RSF consolidan su control a través de la violencia. La comunidad internacional ha exigido investigaciones independientes, mientras las acusaciones sobre la participación de Emiratos Árabes crean tensión diplomática regional.
Por ahora, el ejército sudanés y sus aliados enfrentan una campaña coordinada en línea que complica aún más la división interna del país y dificulta una respuesta internacional unificada.

































