La Xunta y las tres universidades públicas de Galicia alcanzaron un preacuerdo para descentralizar la docencia del grado de Medicina, poniendo fin a meses de conflicto sobre la creación de nuevas facultades en Vigo y A Coruña.
El pacto evita la construcción de nuevas facultades en estas ciudades y ofrece un modelo de “docencia descentralizada efectiva” con sede principal en Santiago de Compostela. Los estudiantes de cuarto, quinto y sexto curso podrán formarse también en hospitales de Vigo y A Coruña, ampliando la capacidad docente sin fragmentar la actual estructura universitaria.
Manuel Reigosa, rector de la Universidad de Vigo, confirmó que “la decisión final la tomará un grupo de trabajo con todos los actores” y describió el acuerdo como un documento único y consensuado. Su par en Santiago, Antonio López, calificó el pacto como un “paso muy importante” aunque admitió que la USC “cede bastante”.
Ricardo Cao, rector en A Coruña, señaló que el acuerdo se logró “tras dialogar hasta la extenuación”.
El proceso comenzará de forma progresiva a partir de los cursos superiores del grado y se prevé completar en el curso 2028-2029. Cada año se evaluará el avance para ajustar recursos y personal docente, ante la complejidad que supone impulsar un modelo compartido en tres ciudades.
El anuncio llega tras tensión política y territorial. Un día antes, la alcaldesa de A Coruña, Inés Rey, había denunciado el “centralismo compostelano” y reclamado una facultad propia. Desde Santiago, la alcaldesa Goretti Sanmartín pidió una visión unificada para Galicia, dejando atrás rivalidades.
Este acuerdo representa un giro importante en la política universitaria gallega, donde históricamente la disputa por la capitalidad y recursos había impedido consensos. Si se cumple, Galicia contará con una red docente médica más amplia que combina la experiencia centenaria de Santiago con el potencial hospitalario de Vigo y A Coruña.
En un contexto de déficit de médicos y demanda creciente de profesionales sanitarios, el reto será que esta descentralización mejore realmente la formación y la asistencia, y no quede en un compromiso político.


































