La jefa del gobierno tunisino, Sarra Zaafrani Zenzeri, tomó la palabra por primera vez ante la Asamblea de Diputados el 5 de noviembre para presentar el proyecto de ley de finanzas 2026.
Nombrada en marzo por el presidente Kaïs Saïed, Zaafrani Zenzeri, ingeniera y exministra de Equipamiento, entró en escena con un discurso esperado tanto por su contenido como por su forma. El salón del Bardo lució excepcional, con decorados y alfombras que normalmente se reservan para el presidente de la República, señal clara de la importancia del momento.
Hasta ahora discreta, la jefa de gobierno se enfrenta a su primer test político en el Parlamento, con un presupuesto que marcará la hoja de ruta financiera del país en 2026. Se espera que la propuesta aborde temas clave como la estabilización macroeconómica y la inversión pública, áreas críticas para una economía tunecina que aún lucha por recuperación.
Aunque Zaafrani Zenzeri mantiene un perfil bajo, su ascenso y presencia en la Kasbah y el Bardo reflejan un cambio notable en la política tunecina, especialmente en un contexto de control presidencial fortalecido. El debate sobre el presupuesto terminará de mostrar si la nueva líder puede consolidar su autoridad ante los diputados.
El resultado tendrá impacto directo en la gestión económica y social del país, con atención internacional sobre cómo esta ingeniera y política manejará las presiones internas y externas.
El Parlamento votará el proyecto de ley en las próximas semanas, decisivo para la estrategia financiera del Ejecutivo y para las prioridades económicas de Túnez.


































