Vecinos de dos calles tranquilas en Caen han presentado una veintena de recursos contra el proyecto de La Caennaise que planea demoler seis pequeños edificios sociales para construir cinco más grandes. La obra aumentaría la cantidad de viviendas de 48 a 74, incluyendo 25 en acceso social a la propiedad, según denuncian los residentes.
Las calles afectadas, Rue des Frères Colin y Rue des Frères Michaut, ya sufren saturación de tráfico y estacionamiento por estudiantes y obras cercanas. Los vecinos alertan que la situación empeoraría con 26 viviendas adicionales, especialmente en ese sector situado entre la universidad y el barrio Pierre Heuzé.
Sébastien, habitante de la rue des Frères Colin, advierte un impacto negativo sobre la “quietud del barrio” y señala preocupaciones sobre la orientación y altura de los nuevos edificios. “Los nuevos HLM tendrán distinta exposición y provocarán alteraciones en los vis a vis”, afirma.
La asociación Amis de la rue des Frères Colin presentó un recurso colectivo alegando irregularidades en el permiso de construcción y falta de transparencia, pues los vecinos aseguran que fueron avisados del proyecto muy tarde, apenas en marzo de 2025. Brigitte Barillon, presidenta del bailleur social, responde que sí hubo diálogo y que la primera reunión con representantes vecinales se dio en octubre de 2023:
“No rehusamos el diálogo y atendimos demandas como incorporar una sala de fiestas para el barrio”
.
Los edificios actuales fueron adquiridos por La Caennaise en 2013 con un compromiso de rehabilitación, pero la empresa afirma que la estructura con presencia de amianto y balcones peligrosos hizo imposible la renovación. Tres de los seis inmuebles ya están vacíos y vallados, y tres aún tienen un solo inquilino que será reubicado temporalmente.
Los futuros edificios tendrán dos pisos y un ático, con un metro más de altura que ahora y áreas verdes diseñadas para limitar la pérdida de vista para los vecinos, según el director de La Caennaise, Sébastien Clouet. La intención es que los antiguos inquilinos puedan volver una vez terminada la obra.
Mientras tanto, la novela administrativa continúa en el ayuntamiento, con pedidos de revisión de permisos de construcción y tensiones entre el interés público de nuevas viviendas sociales y los temores vecinales por el impacto urbanístico y social en este rincón de Caen.


































