El ministro español de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, rindió homenaje esta semana desde Francia a Manuel Azaña, último presidente de la II República española, con una ofrenda floral en su tumba en Montauban, en el marco del 85º aniversario de su muerte.
Durante la inauguración de las XX Jornadas Manuel Azaña en el Ancien Collège de Montauban, Torres lo calificó como uno de los “padres morales” de la democracia española y resaltó su compromiso intelectual y reformista.
Azana no fue un político cualquiera, fue un intelectual comprometido y un reformista convencido de que el progreso no nace del enfrentamiento, sino de la firme defensa de los valores democráticos
, afirmó el ministro.
Torres recordó que el legado de Azaña simboliza la dignidad de España frente a la intolerancia y violencia que destruyeron su proyecto democrático en la Guerra Civil.
Su proyecto fue una República que educara, garantizara derechos, distribuyera oportunidades y respetara la diversidad
, agregó.
Reconocimiento a los exiliados republicanos en Francia
Después de la ofrenda floral, Torres descubrió una placa que declara el antiguo campo de Sepfonds, conocido como Camp de Judes, como Lugar de Memoria Democrática. Allí estuvieron internados miles de españoles represaliados tras el golpe de Estado y la guerra civil, en condiciones infrahumanas.
El ministro dedicó palabras a historias como la de Joaquín Llin, un joven valenciano exiliado a los 21 años y desaparecido para siempre para su familia. Sus sobrinas nietas, ya octogenarias, lograron recuperar objetos del campo que pertenecieron a su tío abuelo.
Que este Lugar de Memoria sea escuela para quienes deben aprender a proteger sus derechos y aviso contra la exclusión política
, concluyó Torres.
Este acto desde Francia reafirma el compromiso español con la memoria histórica y la defensa de los valores democráticos recordando el trágico exilio que muchos republicanos vivieron tras la guerra civil.


































