La Cámara de Apelaciones de Mar del Plata confirmó el fallo que rechazó una demanda por daños y perjuicios tras la colocación de un piercing en un local de la calle San Martín.
El caso arrancó en 2011 cuando un cliente se hizo un piercing en la oreja derecha y desarrolló una infección con cicatriz. El demandante acusó al establecimiento de negligencia, alegando falta de higiene y esterilización.
El Juzgado Civil y Comercial N°9 rechazó el reclamo inicialmente basándose en un informe pericial. La evaluación médica concluyó que la cicatriz podía ser secuela del piercing, pero no se identificaron las causas precisas ni un vínculo claro con posible mala praxis. Además, la inspección médica llegó cuatro años después, lo que debilitó la prueba.
En el proceso también se destacó que el afectado manipuló la pieza tras el procedimiento y tardó hasta 20 días en buscar atención médica adecuada tras empeorar su infección. Esto sugirió un descuido personal que complicó el cuadro.
Durante la apelación, el demandante alegó que se omitieron pruebas clave y mencionó irregularidades en el local, como falta de seguro y ausencia de matafuegos. La Cámara desestimó estos puntos por no demostrar deficiencias sanitarias ni nexo causal con la infección.
Los jueces recordaron que la carga de la prueba recae en quien demanda y calificaron como insuficiente la petición de invertirla sin demostrar responsabilidad legal del establecimiento.
Sobre la autorización municipal, señalaron que carecer de permiso para realizar piercings no es prueba directa de negligencia para este caso.
Los peritos destacaron además que el riesgo de infecciones aumenta al perforar el pabellón auricular en comparación al lóbulo, por lo que ciertas complicaciones pueden ser inherentes al procedimiento, no necesariamente errores del local.
Al final, la cámara confirmó el archivo del caso y ordenó que el demandante asuma los costos legales.
La resolución cierra el debate en esta disputa prolongada, dejando claro que no se pudo probar que la infección y cicatriz fueran producto directo de mala higiene o negligencia del establecimiento.


































